24.8.09

Dragones actuales .....mantenimiento de iguanas

El hecho de tener una iguana como mascota es un ejercicio de responsabilidad, estos animales estan protegidos a nivel internacional por CITES que aunque de momento no esta en peligro de extinción, puede llegar a estarlo debido a que hay un alto trafico de manera ilegal, por esta razón si deseamos adquirir una iguana como mascota debemos hacerlo en sitios que cuenten con permiso legal ya que si lo hacemos con gente que trafica con estos animales pondremos en riesgo a estos singulares animales.
En los establecimientos que cuenten con permiso deberan entregarnos una factura con los terminos de la legislación vigente en donde debera constar que ha superado los tramites legales de importación.
La segunda responsabilidad hacia este reptil consiste en alojarlo, cuidarlo, mantenerlo y alimentarlo en las condiciones más adecuadas a sus necesidades. El entorno que le proporcionemos debe ser lo más parecido posible a su medio natural originario. De este modo le proporcionaremos una existencia agradable donde su desarrollo no pueda verse limitado.

Caracteristicas.
Tanto la iguana verde como la iguana roja llegan alcanzar un tamaño de hasta 2 metros los cuales 1´30 corresponden a la cola, llegan ha alcanzar un peso de 15 kilos. Se trata de un animal agil que gusta de desplazarse entre las ramas de los arboles; los colores verde o rojo les permite camuflagearse perfectamente con la vegetación.
La piel esta cubierta de escamas y cuentan con una cresta, mas aparatosa en los machos que recorre su dorso desde la cabeza hasta la cola.
Tambien se caraterizan por un repliegue de la piel bajo la mandibula inferior a modo de papada.


Mantenimiento.
Su medio hambiente originario son las selvas tropicales que van desde el sur de México hasta el Brasil. Estas selvas se caracterizan por las altas temperaturas del aire y la elevada humedad atmosferica. De modo que el alojamiento mas adecuado es un terrario provisto de arbustos y ramas donde puedan moverse sin excesivas limitaciones.
Dotaremos este terrario con la calefacción necesaria para que la temperatura oscile durante el día entre los 25 y los 35ºC y descienda a 20ºC durante la noche. Un recipiente con agua tibia proporcionará la necesaria humedad al aire y, a la vez, calmará la sed de la iguana. Es preferible que exista algún rincón donde incidan los rayos del sol puesto que además de calor proveen de rayos ultravioleta (UVA) necesarios para su metabolismo. En su sustitución puede instalarse luz fluorescente diurna para terrarios y una lámpara de rayos UVA cuyo funcionamiento debe dosificarse para evitar quemaduras.

Alimentación.
A pesar de su feroz apariencia se trata de un animal fundamentalmente herbívoro, aunque los ejemplares más jóvenes tengan una dieta más amplia y flexible. Su alimentación debe ser rica y variada incluyendo toda clase de frutas y verduras: hojas de lechuga, escarola, diente de león, trébol, col; en primavera flores de frutales, calabacín o trébol; frutas del tiempo (manzana, uva, tomate, naranja) y alimentos cocinados tales como arroz hervido con verduras o copos de cereales. Es importante en todos los casos ofrecer un aporte continuo de calcio bien a través de la dieta bien como complemento añadido a ella.


Reproducción.
Las iguanas son reptiles que se acostumbran fácilmente al trato humano pero difícilmente se reproducen en cautividad. Si disponemos de una pareja reproductora observaremos que tras el apareamiento la hembra excava una profunda galería en el suelo donde deposita una enorme puesta, hasta 60 huevos del tamaño de una pelota de ping-pong. El desarrollo, que debe ocurrir a 30ºC de temperatura, dura unos cien días y las crías eclosionan con un tamaño alrededor de los 20 cm.


Cuidados.
Son animales resistentes a las enfermedades si han pasado un periodo de cuarentena y desparasitación y se extreman las medidas higiénicas de su hábitat. En realidad la mayoría de problemas que llegan a padecer son debidos a condiciones inadecuadas de mantenimiento: falta de humedad en el aire que ocasiona problemas respiratorios y de la piel, quemaduras por el exceso de exposición a los rayos UVA, avitaminosis por la falta de exposición a la luz solar o por dietas monótonas y pobres en minerales y vitaminas esenciales, y finalmente fracturas u obesidad provocadas por la falta de ejercicio en instalaciones excesivamente pequeñas.